martes, 28 de septiembre de 2010

Midazolam: farmacocinética

Es una benzodiacepina de acción corta; pertenece al grupo de las imidazobenzodiacepinas; es una sustancia lipofílica de escasa hidrosolubilidad. Gracias al nitrógeno básico en la posición 2 del anillo imidazólico, puede formar ácidos y sales hidrosolubles que dan soluciones acuosas.


Su mecanismo de acción consiste en que el midazolam se fija en el sistema nervioso a los receptores específicos e inhibe la transformación del ácido gammaaminobutírico y glicina; estos efectos terapéuticos son desencadenados por la interacción con sitios alostéricos de reconocimiento de las benzodiacepinas y de los receptores GABA A.

Farmacocinética:

Después de su administración endovenosa en la primera fase de distribución, el midazolam pasa a espacios de fácil acceso al cabo de 15 minutos; la concentración plasmática se reduce del 10 al 20%, y al cabo de dos horas hay 5% de la concentración inicial.

En la fase de distribución siguiente se alcanza un equilibrio con el resto del cuerpo y dicha fase termina al principio de la tercera hora.

La tasa de extracción por el hígado asciende de 30-60% y la depuración plasmática total oscila entre 300 y 400 ml por minuto.

El midazolam se elimina rápidamente por metabolización (hidroxilación) y formación de glucorónidos: alfa hidroximidazolam, 4 hidroximidazolam y alfa 4 hidroximidazolam. El principal metabolito activo es el alfahidroximidazolam, que aparece en la orina hasta 24 horas después de un 60-80% de la dosis administrada; los dos metabolitos restantes se forman en cantidades mínimas.

Una dosis de 50 a 100 µg/kg. por vía endovenosa proporciona sedación, ansiólisis, amnesia anterógrada; dosis de 100-200 µg/kg. provocan hipnoinducción, con una latencia media de tres minutos, con una duración promedio de 13 minutos y una recuperación total de dos horas.

Para mantenimiento de la anestesia en infusión, la dosis recomendada oscila de 200-400 µg/kg./h.

En cuanto al efecto amnésico, la duración media es de 40 ± 3 minutos.

Produce descenso de la presión arterial sistémica del 9 al 12%, con elevación de la frecuencia cardiaca en 13% y del gasto cardiaco.

Deprime discretamente el centro respiratorio, disminuyendo el 32% de la respuesta de la ventilación al bióxido de carbono; la depresión máxima se produce a los tres minutos y puede aún observarse a los 20 minutos; si se administra demasiado rápido o a dosis altas puede producir apnea.

El midazolam ha dado pruebas de tolerarse bien y de tener un amplio espectro terapéutico; no causa efectos embriotóxicos, teratogénicos ni mutagénicos. Está contraindicado en la hipersensibilidad conocida a las benzodiacepinas, miastenia gravis y glaucoma de ángulo cerrado; se deberá tener precaución en pacientes con enfermedad hepática o renal, ya que se pueden prolongar sus efectos. En casos raros pueden presentarse “reacciones paradójicas”. Finalmente, potencia los efectos depresores de los neurolépticos, tranquilizantes, antidepresivos, hipnóticos, analgésicos morfínicos.

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